La medicina autóctona de Roma era una medicina doméstica que todavía no había salido del nivel pretécnico. A pesar de la oposición y de la actitud de los romanos más tradicionalistas, una serie de circunstancias favorecieron la llegada progresiva de competentes médicos griegos procedentes del Mediterráneo oriental.   EndFragment
Atrás
Adelante
En el siglo I dC los romanos ocupaban Egipto después de anexionarse Grecia y los territorios del Mediterráneo oriental. Por todos ellos se había extendido la cultura griega EndFragment
INTRODUCCIÓN
Uno de los primeros en fijar su residencia en Roma fue Asclepíades de Bitinia (91 aC), cuya existencia ha sido muy discutida. Influido por la física del peripatético Estratón, por el escepticismo Enesidemo y por la filosofía de Epicuro, se opuso al hipocratismo, a los planteamientos empíricos y humoralistas de la medicina. Para él el organismo se componía de átomos que se entrelazaban entre sí y que integraban las partes sólidas. Por sus poros o por sus canales se movían los humores y el pneuma. La alteración mecánica de esta circulación suponía la enfermedad y el tratamiento buscaba su restablecimiento mediaante la alimentación, medidas mecánicas como la gimnasia o el masaje, y también mediante intervenciones quirúrgicas. Estas ideas suponen una negación de la fuerza curativa de la Naturaleza y que Asclepíades rechazara el uso de la sangría y de fármacos, especialmente los purgantes.EndFragment
La verdadera felicidad, según Epicuro, consiste en la serenidad que resulta del dominio, del miedo, es decir, de los dioses, de la muerte y de la vida futura. El fin último de toda la especulación epicúrea sobre la naturaleza es eliminar esos temores.EndFragment
LAS ESCUELAS MÉDICAS
La Escuela neumática clasificó las causas morbosas en externas, internas e inmediatas. Distinguió entre diátesis o disposición, discrasia o trastorno de la crasis (nosos) y alteración de las funciones o pathos. Volvieron a recuperar los escritos hipocráticos como modelo de observación de los síntomas. EndFragment
Las ideas de Asclepíades fueron el origen de una nueva escuela muy pragmática que redujo sus concepciones a un método muy esquemático que da nombre a la escuela; la escuela o secta metódica. Se vio favorecida por la mentalidad muy práctica de los romanos. Fue fundada por Temisón de Laodicea.Otra escuela destacada de lo que conocemos como “helenismo romano” fue la pneumática, fundada por Ateneo de Atalea, contemporáneo de Asclepíadas. Con gran influencia estoica, concedía gran importancia le pneuma. Para ellos las enfermedades se producían por un trastorno de la crasis o mezcla de las cuatro calidades (calor, sequedad, humedad y frialdad) que, su vez, conducen a una alteración del pneuma. La semiología del pulso tuvo para ellos una enorme importancia como manifestación del estado de ese pneuma. Esta escuela contribuyó a elaborar una patología general con unas bases conceptuales que pervivieron durante muchos siglos a través de las obras de Galeno. EndFragment
La escuela neumática derivó en el siglo I dC en eclecticismo. Esto significó renunciar a la unilateralidad de las distintas doctrinas médicas. De todas ellas se podía extraer algo positivo y útil que podía utilizarse bajo el control de la experiencia clínica. Su principal valedor fue Areteo de Capadocia, contemporáneo de Nerón. Para él lo más importante fue la dimensión clínica de la medicina y la recuperación de la medicina hipocrática. El eclecticismo también caló entre otras corrientes como la metódica, tal cómo puede apreciarse en la obra de Sorano de Éfeso, (I dC) uya influencia se transmitió hasta el Renacimiento. En este ambiente hay que situar la obra de los enciclopedistas y de lo que podríamos llamar “farmacólogos”. Movidos por el espíritu ordenador romnano, compilaron a modo de enciclopedia la ciencia natural y la medicina, reuniendo saber griego y experiencia de sus viajes.EndFragment
Areteo de Capadocia ( s. I)
Readaptado a HTML5 en 2020
Actualizado HTML 5, Mayo 2020
José L. Fresquet Febrer Instituto de Historia de la Ciencia y Documentación (CSIC-Universitat de València) Marzo, 2005
DIOSCÓRIDES
No sabemos la fecha de nacimiento del que conocemos con el nombre de Dioscórides, pero si el lugar: Anazarbo, ciudad de Cilicia. De los romanos tomó el nombre de Pedanio, por lo que también se le cita como Pedanio Dioscórides Anazarbeo. En su obra Plantas y remedios medicinales, que muchas veces llamamos la Materia médica de Dioscórides, contiene casi toda la información que conocemos de su autor. El prefacio es una carta o dedicatoria a Ario, un médico amigo de Tarso, amigo a la vez de Cayo Leganio, que era cónsul en el año 64 dC. Galeno usó a Dioscórides en el siglo II dC y Erotonio lo menciona en su Compendio de las expresiones hipocráticas alrededor del año 60 dC. Esto nos lleva a deducir que Dioscórides vivió en la época de Nerón (37-68) EndFragment
Nerón (s. I)
Grabado que muestra a Dioscórides estudiando las plantas
Fue médico militar en tiempos de Claudio y Nerón en la armada romana. Esto le permitió viajar por numerosas provincias del imperio romano, realizar sus propias observaciones y recopilar o completar información sobre el uso de productos medicinales, especialmente de plantas. Según dice: “desde mi temprana juventud –como bien lo puedo afirmar– fui inclinado con un apasionado deseo al conocimiento de la materia médica”.EndFragment
Dioscórides enseñando el uso de las plantas. Miniatura de 1229 de su obra Materia médica. Biblioteca Topkapi, Estambul.
Ha habido muchas discusiones acerca de las distintas obras que se le han atribuido, o lo que es lo mismo, sobre cuáles son verdaderamente suyas. Lo cierto es que su Materia médica es quizás la obra médica más veces reeditada y traducida de la historia. Todavía hoy sigue siendo objeto de interés por números estudiosos. Constituye una fuente indispensable para el estudio de la materia médica, de la botánica, de las creencias populares y también para el estudio de la expresión formal de la prosa científica y del léxico.EndFragment
Pausa
“Dado que muchos no solamente de los antiguos, empero también de los autores modernos, hayan escrito de la composición, virtud y prueba de las cosas medicinales, o amicísimo Ario, todavía procuraré de darte entender, que no es en balde, o sin razón alguna, me moví yo a tratar semejantemente de este mismo negocio: visto que algunos de ellos ninguna cosa acabaron, y otros, aunque escribieron mucho, fue de cosas oídas. Iolas el Bitinio, y el Tarentino Heraclidas, echando del todo atrás la consideración de las hierbas, tocaron muy sabiamente esta materia: ni hicieron mención de minerales, ni de aromáticas medicinas. Cratevas el herbolario, y Andreas es el médico l(os cuales en este negocio fueron más diligentes que todos todos los otros) también dejaron en blanco muchas y muy provechosas raíces, y con ellas algunas yerbas, sin anotarlas. Empero con todo esto, no podemos negar que, aunque los antiguos escribieron de pocas cosas, a lo menos en escribirlas usaron de grandísima diligencia, la cual gloria no daremos a los modernos. Entre los cuales Julio Baso, Nicerato, Petronio, y con ellos el Nigro, y Diodoro,  todos de la parcialidad de Asclepíades, juzgaron ser cosa cosa muy importante la descripción de la vulgar materia medicinal, que todo el mundo conoce, más tratando de corrida la virtud y prueba de los remedios, no regularon con la experiencia sus efectos y facultades, sino altercando de las causas con palabras ociosas y vanas, sobre cada uno de ellos levantaron un mar de cuestiones y controversias, aliende qué escribieron una cosa por otra. Porque sin duda el Nigro (el cual es tenido por más excelente de todos ellos) porfía que el Euphorbio es licor de aquella hierba, que se llama Camelea, y nace la Italia. Además de esto dice que el Androshemo, y el Hypérico, son una misma planta, y que el Acíbar nace en Judea, de ciertas minas. Propone otras muchas cosas, semejantes a estas, muy ajenas a la verdad, de donde se colige que no las vio, sino que la oyó a otros. Erraron tambiénen la orden, porque algunos de ellos juntaron las cosas medicinales entre sí diferentes, y otros, para más fácilmente acordarse, apartaron, según el abecedario, las de semejante naturaleza, y con ellas sus especies y facultades. Empero yo desde mi tierna edad –como bien lo puedo afirmar– habiendo sido inclinado con un deseo ardientísimo a la cognición del conocimiento de la medicinal materia y habiendo discurrido varias y peregrinas regiones (porque según tu bien sabes mi vida siempre fue familiar) a la fin de tus exhortaciones vencido, abracé si todo este negocio en seis comentarios: los cuales ofrezco y dedico a tu nombre, en cambio de la singular afición que me tienes, pues aunque naturalmente eres amigo de todos los eruditos, y en especial de aquellos que son de tu profesión, a mí cierto sueles mostrarme una más intrínseca benevolencia… Exhórtote pues a ti, y a todos los que estos comentarios leyeren, que no juzguéis de lenguaje al valor de esta fatiga, sino de la experiencia y solicitud, con que trato las cosas sujetas. De las cuales habiendo yo visto muchas con mis propios ojos diligentísimamente, y alcanzado otras de la historia cierta, y cofona a todos; y finalmente entendido algunas, de la relación que me hicieron los habitantes de los lugares donde ellas nacen, después de haber sido por mi preguntados”.EndFragment
Al inicio
Seguir
Leído este texto parece que Dioscórides tiene presente que algunos autores dejaron sin acabar sus obras, otros escribieron “de oídas”, otros fueron superficiales y no se ocuparon de minerales y aromas. Le fueron de utilidad Cratevas y Andreas, que no anotaron algunas plantas útiles, y critica mucho a los “Asclepíadas” contemporáneos suyos. Según él, éstos se ocupan de forma precipitada de las virtudes, y de la comprobación de los remedios, no regulan los efectos con la experiencia y se detienen, en cambio, en discusiones vanas.Parece claro que Dioscórides es consciente de que su obra es de utilidad, es superior a la de sus predecesores y, sin duda, así EndFragment
debió de planificarla. Le preocupa la agrupación de los remedios, tema que sigue repitiéndose incluso del siglo XIX en las obras de contenido farmacológico. Tratará de utilizar el criterio de las virtudes. También concede importancia a haber visto las cosas con los propios ojos y a tratar de experimentar la información que le proporcionan los habitantes del lugar donde crece y se usa determinada planta. La forma en la que Dioscórides aborda los remedios (con rigor, sencillez y sentido crítico) creará estilo en las fármacopeas y obras similares posteriores.EndFragment    
Su obra incluye el estudio de 600 plantas, 35 productos animales y 90 minerales. Con estas cifras se puede afirmar que ser autor que proporciona más remedios a los médicos. Dioscórides es de la opinión de que cada planta debe ser estudiada en su hábitat y que debe observarse a lo largo de todo el año (de las cuatro estaciones), lo que no debe resultar extraño en el contexto de la medicina de la época. También es partidario de preparar cada medicamento con precisión y de valorarlo por sus méritos o virtudes.EndFragment
Planta iluminada procedente de un manuscrito bizantino (525 sC) de la Materia médica de Dioscóriodes. Viena.
El orden expositivo de cada capítulo suele ser el siguiente: nombre de la planta y sinónimos griegos, así como los procedentes de otras lenguas, lo que le confiere gran valor lexicográfico; origen; descripción morfológica que, muchas veces, puede resultar insuficiente para su identificación correcta. En ocasiones falta esta descripción por ser, quizás, demasiado conocida la planta; otras, en cambio, es muy imprecisa. Incluye información sobre lugar de procedencia del vegetal que puede ayudar en ocasiones a la identificación. Propiedades y usos de la planta ocupan bastante espacio; no hay que extrañarse de que incluya los que derivan de la teoría de las signaturas y de los empleos alimenticios. Se refiere también a la forma de preparación según los usos y, a menudo, infórma de posibles efectos perniciosos.EndFragment
Página de un manuscrito griego de la Materia médica (s.r.)
Hemos dicho que el libro incluye productos de origen animal y mineral o, para ser más exactos, lo que no es ni de origen vegetal o animal. Su ordenación nos puede parecer hoy poco clara. El texto está dividido en cinco secciones: perfumes, aceites, ungüentos, árboles y arbustos; animales, partes de los animales, productos animales, cereales y hierbas; raíces, jugos, hierbas y semillas; raíces y hierbas abordadas en los capítulos anteriores; vides, vinos y minerales. Respecto las hierbas no hay que entender los términos “género” y “especie” como en la actualidad. Sin embargo, a partir de aquí, como creen algunos expertos, irá creándose una nomenclatura científica y otra popular. EndFragment
Pintura de Robert Thom: Imagen de Dioscórides recogiendo plantas. History of PharmacyEndFragment .  
Se conservan 384 ilustraciones con texto al pie que pueden provenir en parte de la obra de Cratevas. Muchas de ellas se estandarizaron ya que casi todos los dibujantes partían de una ilustración y no de un espécimen real. Sin duda un tema apasionante como lo es también el de las ilustraciones renacentistas y, en concreto, las de las traducciones de Andrés Laguna y Pietro Andrea Mattioli.EndFragment    
Otro tema de interés es el de las ilustraciones, desde las griegas antiguas a las de las ediciones de Mattioli y Andrés Laguna, pasando por las medievales. La iconografía que acompaña cada capítulo es de gran importancia. Dioscórides utilizó algunos dibujos botánicos de Cratevas, del que todavía se conservan esbozos de algunos manuscritos griegos y árabes. El códice más antiguo de la Materia medicinal o Materia médica de Dioscórides es el Vindobonensis med. Gr. 1, antes Constantinopolitanus, que altera el original de Dioscórides sometiendo el texto al orden alfabético. EndFragment
LAS ILUSTRACIONES
Ilustración de la traducción de Andrés Laguna (1555) de la Materia médica de Dioscórides. Plantago mayor y plantago menorEndFragment
Ilustración de la traducción de Andrés Laguna (1555) de la Materia médica de Dioscórides. Gallos y gallinasEndFragment
Ilustración de la traducción de Andrés Laguna (1555) de la Materia médica de Dioscórides. VÍborasEndFragment
Ilustraciones de la traducción de Andrés Laguna (1555) de la Materia médica de Dioscórides. Página de una versión con los grabados coloreados.EndFragment
Página de un manuscrito de Materia médica de Dioscórides. Yusuf al Mawsili. Mosul, 1228, folio 2b.EndFragment    
La obra de Dioscórides ha seguido un recorrido desde que fue escrita hasta la actualidad. Todavía sigue editándose con distintos objetivos: histórico-médicos, históricos-científicos, botánicos, filológicos, etcétera. Existen muchos estudios que se ocupan de las ediciones árabes, de las griegas y latinas, y de las renacentistas, incluidas las traducciones a las lenguas vulgares y modernas, cuyo comentario se nos escapa. En este sentido, tan importante es el contenido de la obra de Dioscórides como su transmisión. Los copistas y los editores cambiaron, añadieron o quitaron capítulos y fragmentos según diversos criterios.EndFragment
The information provided should not be used during any medical emergency or for the diagnosis or treatment of any medical condition. A licensed physician should  be consulted for diagnosis ant treatment of any and all medical conditions.
La información que aquí se presenta no debe utilizarse para casos de consulta médica ni para realizar diagnósticos o tratamientos de enfermedad o condición  médica alguna. Se debe consultar a un médico cualificado para el diagnóstico y  tratamiento de cualquier problema de tipo médico.
Inicio
Estos archivos multimedia tienen un objetivo docente y de investigación. En ningún caso se realizan con propósitos comerciales