Johann Lukas Schönlein (1793-1864)

Perteneció este clínico a la generación intermedia entre la Naturphilophie y la Naturwissenschaft, justo en el momento en el que Alemania asumió el liderazgo que dejaba Francia. Parte de los méritos que se atribuyen a Schönlein se deben a los comentarios de tres de sus más importantes discípulos que jugaron un papel destacado en la medicina: Virchow, Griesinger y Billroth.

Johann Lukas Schönlein nació en Bamberg el 30 de noviembre de 1793 en el seno de una familia católica. Su padre era cordelero. En 1811 fue a estudiar medicina a la cercana Universidad de Landshut, que se encontraba bajo la influencia de la Naturphilosophie o filosofía natural o, como dice Laín, la especulación de la Alemania romántica acerca de la Naturaleza. El año 1813 llegó a la Universidad de Wüzburg, donde también imperaban las doctrinas de Schelling. Las dos universidades, ubicadas en la misma región, eran consideradas, como dice Ackerknecht, los centros de la extraña aberración llamada “medicina romántica”. Allí recibió clases de anatomía por parte de Döllinger, maestro de von Baer y Pander, aunque también le influyó Tiedeman.

Obtuvo el grado de doctor en 1816 con un trabajo sobre la metamorfosis del cerebro, realizada bajo la dirección de Döllinger (Ueber die Hirnmetamorphose). Este trabajo es un fiel reflejo de las influencias de la “medicina romántica”. Un año más tarde fue “privatdozent” en la misma universidad y en 1819 ya era catedrático de patología especial y terapéutica.

Fue un gran profesor, característica que parece que va siempre unida a la de ser un “gran clínico”. Ackerknecht lo compara con Osler, figura que jugó un papel similar en Estados Unidos medio siglo después. Junto con sus discípulos creó un sistema que denominaron “naturhistorische Schule”, para distinguirse de la “naturphilosophische Schule” de Schelling y Marcus.

Sus convicciones liberales le apartaron de la vida académica. Después de 1830 él y muchos intelectuales fueron perseguidos por sus ideas. En Würzburg había sido muy apreciado hasta los cambios políticos, siendo declarado después “persona non grata”. Evitó la cárcel al trasladarse a la entonces recién fundada Universidad de Zurich. Allí desarrolló una fecunda y también original labor docente así como clínica. Tuvo como discípulos a Lebert y Griesinger y, a partir de entonces, se fue distanciando cada vez más los principios “románticos”. Se le construyó un nuevo hospital.

A la larga tuvo problemas con los protestantes por ser católico. Prosiguió en Berlín la labor iniciada en Zurich, a partir de 1840, tras rechazar ofertas de Berna y de Bruselas. Fue profesor, miembro de la plantilla de médicos del rey y consejero de asuntos médicos del ministerio de educación.

Una vez más triunfó. En su clínica del Hospital de la Charité dictó sus clases en alemán y renovó la enseñanza introduciendo el uso de los nuevos procedimientos diagnósticos como la auscultación, la percusión, los análisis químicos así como la investigación microscópica. Su labor, junto con la que desarrolló Johannes Müller, conviertieron Berlín en un importante foco de atracción para médicos en formación. Sus discípulos más conocidos de esta etapa fueron Traube y Jos. Meyer. Trabajó además con químicos como Simon y Heinz, y con prometedores jóvenes microscopistas como Guerterbock, Remak y Virchow.

En un principio, en su nosotaxia se notaba la influencia de Schelling. Distinguía tres modos de enfermar: morfonosis, hematonosis y neuronosis (afecciones de la sustancia orgánica fundamental, de la sangre y del nervio). Clasificó las enfermedades en clases, familias, géneros y especies. En su época madura, viviendo ya de cerca el espíritu renovador y alejándose del romanticismo, se erigió en el más temprano defensor de la doctrina fisiopatológica, llegando a ser maestro de un grupo de clínicos y patólogos entre los que figuran Henle y Pfeuffer, Wunderlich, Griesinger y Traube, Frerichs y Kussmaul. Se convirtió así en una de las bases más sólidas de la medicina contemporánea.

De su labor clínica hay que destacar el rigor con el que empleó y enseñó a utilizar procedimientos científicos en el diagnóstico; a él se debe en buena medida el recurso sistemático a las técnicas de laboratorio y también al análisis anatomopatológico.

La producción escrita de Schönlein fue, en cambio, muy reducida. Publicó una breve monografía sobre la presencia de ciertas sustancias en los excreta de los enfermos tíficos (Ueber Krystalle im Darmkanal bei Typhus abdominales, 1836), una descripción de la peliosis reumática (1837), más tarde denominada “enfermedad de Schönlein o púrpura reumática) y a su descubrimiento de la tiña favosa (Achorion Schönleinii, de Remak), realizado en 1839 (Zur Pathogenie der Impetigines). Distinguió entre tifus abdominal y tifus exantemático y usó el rótulo de hemofilia para referirse a la diátesis hemorrágica.

Schönlein escribió: “Retrocedemos a los fundamentos, a los pilares sobre los que se asentó en su origen la medicina. Atenernos al libro de la Naturaleza , tal es nuestro punto de vista, nuestra natural dirección histórica. Las ciencias naturales tienen que ser nuestro guía. Ellas nos mostrarán cómo hay que observar para adquirir una experiencia que da origen a la actividad”. Recusa la elucubración y busca la observación junto al uso de cuantos procedimientos científicos y técnicos pueden favorecer el examen de la realidad clínica: métodos físicos, químicos y el microscopio.

Virchow elogió la obra de Schölein en 1865. Se creaba la doctrina fisiopatológica del enfermar humano. Dos autores expresaron esta idea de forma cabal en sus obras. Por una parte Rudolph Hermann Lotze en su Allgemeine Pathologie und Therapie als mechanische Naturwissenschaft (1824) y, por otra, Jacob Henle, en su Handbuch der rationellen Pathologie (1846). Ambos trataron de concebir la enfermedad como un proceso mecánico de materia y energía, cognoscible sólo por los métodos de la ciencia natural.

Los discípulos de Schönlein recorrieron tres caminos distintos: algunos prosiguieron el empeño científico-natural, como Kart von Pfeufer, editor con Henle de la revista Zeitschrift für rationelle Medizin; otros, como Conrad Heinrich Puchs y Gottfried Einsenmann, continuaron cultivando la nosotaxia científico-natural; otros hicieron una nosología ontologista.

Schönlein se jubiló en 1859. Su esposa falleció en 1846 y su hijo también murió en 1856 en el curso de una expedición a África. Se retiró con sus dos hijas a su ciudad natal, donde falleció el 23 de enero de 1864.

José L. Fresquet. Instituto de Historia de la Ciencia y Documentación (Universidad de Valencia - CSIC), España. Junio, 2005.



Bibliogafía

-Ackerknecht, E.H. Johann Lucas Schönlein (1793-1864).Journal of the History of Medicine and Allied Sciences, 19, 131-138, 1964.

-Granjel, L.S. Johann Lucas Schönlein, En: Creadores de la Medicina Contemporánea. Antibióticos, SA. (sa).

-Laín Entralgo, P. Historia de la medicina moderna y contemporánea. 2ª ed., Barcelona, Científico-médica, 1963.

-Leibrand, W.; Leibbrand, A.M. Clínica y patología de la naturphilosophie en Alemania. En: laín P. (dir.), Historia Universal de la Medicina , Barcelona, Salvat, vol. 5, pp. 270-278, 1973.