Kiyoshi Shiga (1871-1957)
En la historia de la microbiología nos encontramos con algunos nombres japoneses. Shiga pertenece a la generación de médicos que surgió después de que Japón abriera sus puertas a la ciencia europea. Durante la segunda mitad del siglo XIX se distinguió entre la disentería amebiana (descrita por Lösch, en 1875) y la bacilar. Muchos investigadores europeos, americanos y japoneses pensaban que había una disentería bacteriana, pero no la habían podido demostrar. En 1897 la causante de ésta última fue identificada por Kiyoshi Shiga, de cuyo nombre deriva el término que hoy utilizamos de shigellosis.
Hoy la shigella se clasifica como sigue: S. dysenteriae (grupo A), la que originalmente describió Shiga; S. flexneri (grupo B); S. Boydii (grupo C); y S. sonnei (grupo D).
Shiga nació el 7 de febrero de 1871 en la ciudad de Sendai (En algunos lugares se señala que nació en 1870). Sus padres fueron Nobu Sato y Ochiyo Sato. Su padre fue un administrador de fama del grupo de los samurais en el antiguo régimen, pero perdió su reputación y su puesto durante la Restauración. A los seis años de edad la familia de la madre le puso su apellido: Shiga.
Su interés en biología se despertó cuando tenía 12 años y cursaba sus estudios en el Instituto provincial . Allí tuvo un profesor que le aficionó a esta rama de la ciencia. Antes de ingresar en la universidad estudió en el colegio alemán de Tokio. Ingresó después en la Universidad imperial de Tokio (1892), donde se graduó en medicina en 1896. Durante la carrera asistió a una conferencia de Kitasato que le dejó una huella profunda.
Shiga se propuso estudiar bacteriología e inmunología en el laboratorio de Kitasato descubridor del bacilo tetánico y colaborador de Koch, que regresó a la ciudad japonesa en 1892 para crear un Instituto de Investigaciones de Enfermedades Infecciosas. Kitasato le propuso a Shiga el estudio de la disentería (sekiri), enfermedad que preocupaba mucho ya que hubo un brote importante poco antes de la guerra chino-japonesa (1894-95). Entre junio y diciembre de 1897 se comunicaron 89.400 casos con 22.300 defunciones; la letalidad fue de un 25%. De las heces de una treintena de pacientes y del contenido intestinal de cadáveres aisló un bacilo que pudo cultivar. Lo inoculó después a cobayas y otros animales, en los que provocó algunos alteraciones menores, pero no diarrea. Entonces se autoinoculó subcutáneamente con un cultivo muerto lo que le provocó severas reacciones locales y generales. A los diez días obtuvo un suero capaz de aglutinar al bacilo disentérico. Con estos hallazgos concluyó acertadamente que estaba en presencia de la bacteria causante de la enfermedad.
De inmediato Kitasato comunicó el descubrimiento de su ayudante a la Gran Sociedad Japonesa de Salud Pública. Un mes más tarde aparecía también en una revista japonesa y en 1898 fue publicada en una revista alemana.
Shiga señala en éste que le había sido de utilidad el conocimiento de la reacción de Widal, publicada un año antes y que consiste en la aplicación al diagnóstico de la fiebre tifoidea de la prueba de coagulación descubierta por el bacteriólogo inglés H.E. Dirham y su maestro Max Gruber. Chantemesse y Widal parecen ser los primeros que aislaron la shigella, pero sus descripciones fueron insuficientes. El bacilo disentérico produce un fenómeno de coagulación en el suero de los enfermos con disentería bacilar, aunque no entre los afectados de otras enfermedades ni en sujetos sanos.
Shiga realizó muchos experimentos sobre la producción de suero inmune de esta enfermedad. En esta época se pensaba que cada bacteria tenía su vacuna. Con los conocimientos disponibles entonces, la cosa parecía muy simple, de modo que preparó un espeso cultivo, lo esterilizó por calor y obtuvo una vacuna que se autoinoculó. Sólo logró una reacción local tan considerable, que terminó en incisión quirúrgica para drenar. Shiga no se desalentó y siguió probando primero la inmunización pasiva con suero obtenido de animales y luego una vacuna oral, que estimó satisfactoria. Sin mayor trámite, en un tiempo en que los estudios controlados de campo eran desconocidos, la vacuna fue administrada a miles de japoneses. Años después, en 1936, el propio Shiga puso en tela de juicio sus resultados y dijo que, quizás, pudieran ser más útiles las buenas prácticas de higiene pública que vacunas de dudosa eficacia.
Se casó en 1900 con Ichiko Icai con quien tuvo cuatro hijos y cuatro hijas. Ese mismo año Shiga fue elegido por Kitasato par realizar estudios en Alemania. Marchó a Berlín en 1900. Allí escribió a Paul Ehrlich para ingresar en el Instituto que éste dirigía. Antes de aceptarlo dijo que debía conversar con él, cosa que hizo aprovechando un encuentro científico en Hamburgo donde Shiga presetaba una comunicación. Lo aceptó y comenzó a trabajar en Frankfurt. En Alemania se enfrentó a Kruse, que también había realizado estudios sobre la disentería manteniendo que sus bacilos diferían de los hallados por Shiga. Tuvo que mediar Koch, quien creó un comité de investigación microbiológica de la disentería, llegando a la conclusión de que los bacilos eran idénticos.
Con Ehrlich, en 1902, comenzó a estudiar los efectos de los colorantes anilínicos provistos de núcleo bencénico sobre los tripanosomas. Tras muchos intentos observó que el rojo tripán era eficaz. Cuando lo inyectó a un ratón infectado con tripanosomas, la cola y el cuerpo mostraron un color rojo. Tras 20 días el colorante se eliminó por la orina y los tripanosomas habían desaparecido. Estos hallazgos los dieron a conocer Ehrlich y Shiga en el artículo "Farbentherapie, Versuch bei Trypanosomen", en la revista Klinische Wochenschrift (Berlín, 1904). Este fue el comienzo de la espectacular carrera de Ehrlich en el estudio de los colorantes en quimioterapia que culminarían con el hallazgo del salvarsán.
En 1906 Shiga se mudó a Heilderberg para estudiar bioquímica con Albrecht Kossel. Un año después regresó a Tokio y leyó su tesis de doctorado sobre disentería en 1905. Representó al Japón en el primer congreso de la Sociedad de Enfermeddes Tropicales del Extremo Oriente (Manila, 1906). También asistió al siguiente congreso que se celebró en la India tres años más tarde.
Comenzó a interesarse por el beriberi. En 1912 obtuvo otra licencia para estudiar en el extranjero. Tras asistir a una reunión de la Sociedad Médica Internacional en Roma volvió con Ehrlich, quien se encontraba trabajando en una quimioterapia contra la tuberculosis. No obtuvieron grandes resultados y Shiga tuvo que regresar al Japón. Se llevó, no obstante, grandes cantidades de salvarsán para probarlo. En 1914 comenzó a publicar trabajos con sus resultados experimentales. Mientras tanto Kitasato fundó un nuevo instituto e hizo a Shiga jefe de sección.
En abril de 1920 fue nombrado profesor de la Facultad de medicina Keijo, Universidad de Tokio, pero ante el requerimiento del gobierno japonés pasó a dirigir el Hospital Nacional de Seúl. En 1924 viajó otra vez a Europa y Estados Unidos.
En 1924 volvió a viajar a Europa y Estados Unidos para asistir a varias reuniones. Entre éstas la del Comité del Suero Antidisentérico que se celebró en Ginebra bajo los auspicios de la Organización de la Salud de la Sociedad de las Naciones. Se le eligió presidente honorario y se adoptó la resolución de cambiar el nombre al bacilo de Shiga-Kruse, por el de bacilo de Shiga. Conoció a Albert Calmette, creador de la vacuna antituberculosa con bacilos vivos atenuados (BCG). Viajó a París y recogió muestras de la vacuna que introdujo en Japón. También estuvo en los Estados Unidos. Se interesó en la lepra, enfermedad que tenía importancia en Corea. Propuso la hipótesis de que la sensibilidad humana a la lepra aumentaba con un déficit de vitamina A.
En 1926 fue nombrado decano de la Escuela de medicina de la recién fundada Universidad de Keijo (Universidad de Seúl), de la que llegó a ser rector. Estuvo allí hasta 1931 cuando regresó a Tokio para ser consultor del Instituto Kitasato que acababa de fallecer. Continuó trabajando en sus temas: clasificación de los bacilos disentéricos, quimioterapia de la tuberculosis y cultivo de los gérmenes de la lepra. Estuvo en este puesto hasta 1945.
El gobierno japonés le otorgó la Medalla cultural en 1944, año en el que falleció su esposa de cáncer y uno de sus hijos que viajaba al funeral cuando su barco fue hundido por un navío de guerra norteamericano. Otro murió de tuberculosis en las trincheras chinas. Su casa también fue destruida durante un bombardeo y decidió marchar a Sendai para vivir con su hijo Makoto. Allí permaneció mucho tiempo escribiendo su autobiografía y la de su amigo Paul Ehrlich en japonés.
Shiga falleció de un accidente cardiovascular el 25 de enero de 1957 a los 85 años de edad.
José L. Fresquet. Instituto de Historia de la Ciencia y Documentación (Universidad de Valencia-CSIC). Septiembre, 2002.
Bibliografía
—El doctor Kiyoshi Shiga, MD en español, enero 1976, 55-64
—Felsenfeld, O. K. Shiga, bacteriologist. Science. 1957 Jul 19;126(3264):113
—Köler, W. Zentralblatt für Bakteriologie – 100 years ago The isolation of Shigella flexneri, Int J Med Microbiol, 2000: 290, 5-6.
—Izumi, Y.; Isozumi, K. Modern Japanese medical history and the European influence. Keio J Med, 2001: 50 (2): 91-99
—Ledermann D. Una historia de la Shigella, desde Jerjes a Saddam Hussein. Rev. chil. infectol., 2003, 20 supl, p.76-79
—Trofa AF, Ueno-Olsen H, Oiwa R, Yoshikawa M.Dr. Kiyoshi Shiga: discoverer of the dysentery bacillus.Clin Infect Dis. 1999 Nov;29(5):1303-6.